Cuidado: guardaos de la codicia, que aunque uno ande sobrado, la vida no depende de los bienes.
Y les propuso una parábola:
Las tierras de un hombre rico dieron una gran cosecha. Él estuvo echando cálculos: “¿Qué hago? No tengo dónde almacenarla”. Y entonces se dijo: “Voy a hacer lo siguiente: derribaré mis graneros, construiré otros más grandes y almacenaré allí el grano y las demás provisiones. Luego podré decirme: Amigo, tienes muchos bienes almacenados para muchos años: túmbate, come, bebe y date la buena vida”.
Pero Dios le dijo: “Insensato, esta noche te van a reclamar la vida. Lo que has preparado, ¿para quién será?”
Eso le pasa al que amontona riquezas para sí y no es rico en lo que quiere Dios.
¿A qué te invita el Señor en este día?