+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Jesús subió a la barca y sus discípulos lo siguieron. De pronto se desató en el mar una tormenta tan grande, que las olas cubrían la barca. Mientras tanto, Jesús dormía. Acercándose a Él, sus discípulos lo despertaron, diciéndole: “¡Sálvanos, Señor, nos hundimos!”
Él les respondió: “¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?” Y levantándose, increpó al viento y al mar, y sobrevino una gran calma.
Los hombres se decían entonces, llenos de admiración: “¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?”
Reflexiona
Los discípulos preguntan ¿quién es Jesús? La misma pregunta podemos formularnos hoy. Es asombroso saber que Él con autoridad increpa al viento y al mar. Muchas veces nuestra vida se encuentra en tempestades donde las olas parecen que nos hacen perder, pareciéramos que remamos, pero toda fatiga es inútil. Tenemos que reconocer la presencia del Señor y seguir confiando en él cuando las tormentas rugen dentro de nosotros y a nuestro alrededor, y nos amenazan con tragarnos y hacernos gritar: “Señor, ¿dónde estás?” Acá, Jesús aparece con poder sobre la naturaleza, lo cual indica que el Reino de Dios está en medio nuestro. ¿Qué he aprendido del Señor al estar junto Él? ¿Cómo está mi vida de oración cuando tengo una dificultad? ¿Cómo está mi fe?