Nada hay peor, nada en absoluto.
Pasado el punto álgido del sufrimiento,
más agudas punzadas,
habituados a anteriores dolores,
nos acosarán con furia.
¿Dónde está, consolador, tu consuelo?
Gerard Manley Hopkins
¿Qué te dice el Señor en este día que concluye?