Lee atentamente,
En tu Hijo Jesús
te ex-pusiste,
saliste de la eternidad
a la intemperie de los tiempos,
y en una herencia corrompida,
divino y humano con nosotros,
anidó tu amor un vuelo
de alas solidarias
girando hacia la altura,
elevando sin fin el horizonte.
En tu Hijo Jesús
te ex-pusiste,
te encarnaste para decirte cerca,
en la inaudita pretensión
de ser todas las lenguas y colores
en una carne mortal y reducida,
de ser una parábola inagotable
de acentos infinitos por los siglos,
llegando viva y nueva para todos
hasta el dintel de los sentidos.
¿Qué le dices al Señor antes de finalizar el día?
¿Qué te dice el Señor en este día que concluye?