Celebramos hoy la fiesta de San Andrés, apóstol. Felicidades para todos quienes llevan ese nombre. En el evangelio se nos describe que Jesús llama a sus primeros discípulos, lo hace desde la cotidianidad de la vida y nos invita a construir siempre desde esa realidad el Reino de Dios, llevando una vida más humana. El llamado a estos primero cuatro discípulos se transforma en paradigma del seguimiento del Señor: discipulado, comunidad, dejar aquello que impide el seguimiento, misión (ir mar adentro) y servicio. ¿Qué me impide servir radicalmente a los demás?
Reflexionamos
Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran pescadores. Entonces les dijo: “Síganme, y Yo los haré pescadores de hombres”.
Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron.
Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó.
Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.