Lee atentamente, la amenaza.
Su tercera tentación estuvo provocada por las terribles amenazas de los poderosos para silenciar su verdad y su testimonio. El rostro de Dios revelado por Jesús como Padre amoroso de todos los seres humanos no correspondía con la imagen hierática de Dios que tenían los judíos de su tiempo. Y la fraternidad universal de su Reino aparece como una radical amenaza a los reinos acaparadores de este mundo. Por ambos aspectos Jesús es amenazado, juzgado y condenado. El mensaje de Jesús exigía cambiar muchas cosas que ellos de ninguna manera querían cambiar. Para unos Jesús es un blasfemo; para otros, un subversivo. Pero ante la tentación de callar frente a los poderosos, Jesús responde proclamando con claridad su condición de Hijo de Dios ante el tribunal religioso, y reconociéndose verdadero Rey ante el tribunal civil. Ante la tentación, pues, del miedo a los poderosos que quieren silenciar la verdad, Jesús respondió proclamando su verdad, aunque por hacerlo tuviera que morir.
¿Te has sentido amenazado alguna vez? ¿cómo?
¿Qué le dices al Señor ante esta situación?
¿Qué te dice el Señor en este día que concluye?
