Lee atentamente, el abandono de los amigos.
Una segunda prueba que tuvo que asumir Jesús, fue justamente el abandono. Pero no el abandono de gente que está cercana a él, o que a penas lo conoce. Sino el abandono de sus amigos, de aquellos por los cuales él mismo entrega la vida.
La traición de los amigos. Se sintió terriblemente solo, justo cuando más necesitaba la compañía de los suyos. Jesús les respondió con el perdón. Miró a Pedro con tanta profundidad, que le llevó al reconocimiento y arrepentimiento de su traición.
¿En qué momentos he experimentado el abandono, la traición, la soledad?
¿Qué te dice el Señor ante esta situación?
¿Qué le dices al Señor en este día que concluye?