Lee atentamente.
El tener grandes y santos deseos es ya un gran paso para que se conviertan en realidad. Hacer grandes cosas, verte en tu imaginación emprendiendo grandes trabajos y empresas difíciles por el Señor. Evocar grandes actuaciones de las personas que se han entregado totalmente a una causa. Es un momento inspirados en los grandes santos, como el mismo don Bosco que nunca dejó de pensar ni de soñar un mundo nuevo para la juventud, o la oración inspirado por San Ignacio. Es el «santo soñar despierto» de Loyola. «San Francisco hizo tal y tal cosa por el Señor; yo haré más…» (Autobiografía, 7).
¿Qué sueñas hacer con tu vida?
¿Qué le pides al Señor?