+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos:
«Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente!
¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división. De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»
Reflexionamos
Como Jesús, ante quien no caben las medias tintas, ante el Evangelio tampoco puede quedar uno indiferente. Quien lo asume de verdad, su vida no puede ser la misma. Y eso llevará a que surjan divisiones profundas entre personas que llevan un estilo de vida degradante y las que quieren abrazar la vida como lo hizo Jesús. Si se entiende bien el Evangelio, estas divisiones surgirán entre parejas, entre familiares, entre amigos, colegas y compatriotas. Algunos, es cierto, rehuirán la confrontación; es mejor dejarse llevar por la corriente, como camarones. Ellos no querrán luchar, como los salmones, contra un estilo de vida generalizado que adormece y nos lleva a vivir más tranquilos, sí, pero con la paz de un mausoleo. Y tú, ¿qué quieres ser espiritualmente desde hoy? ¿Un camarón o un salmón?
