+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Mientras iban caminando, alguien le dijo a Jesús: “¡Te seguiré adonde vayas!”
Jesús le respondió: “Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”.
Y dijo a otro: “Sígueme”. Él respondió: “Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre”. Pero Jesús le respondió: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios”.
Otro le dijo: “Te seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos”. Jesús le respondió: “El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás no sirve para el Reino de Dios”.
Reflexionamos
Jesús no es como los clásicos candidatos de dudosa calaña, que hacen promesas irrealizables a sus seguidores. Por el contrario, es muy claro en las exigencias de seguirlo y en lo duro que es imitarlo. Puesto que de lo que aquí se trata es de un modo de vivir nuevo, no alienta entusiasmos pasajeros. Acostumbrados a una vida gris, chata y a las medias tintas, el ejemplo y llamado radical de Jesús tensiona y exige. ¡Hay que despertar! Hoy, ¿qué actitudes demuestran que estás esforzándote por ser un fiel seguidor de Jesús?