Lee atentamente Mt 6, 24-26 .
Nadie puede servir a dos patrones: necesariamente odiará a uno y amará al otro, o bien cuidará al primero y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al Dinero. Por eso yo les digo: No anden preocupados por su vida con problemas de alimentos, ni por su cuerpo con problemas de ropa. ¿No es más importante la vida que el alimento y más valioso el cuerpo que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, no guardan alimentos en graneros, y sin embargo el Padre del Cielo, el Padre de ustedes, las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que las aves?
“Para ser libres, nos liberó Cristo” (Gal. 5, 1). Hoy que recordamos un nuevo aniversario de nuestra Patria, es ciertamente un momento oportuno para reflexionar sobre ello, y también sobre la libertad. Elegir continuamente lo que más nos conduce a Dios, lo más coherente con nuestra verdad profunda, es esencial para todos nosotros. ¿Cómo nos comprometemos con el País? ¿Cómo estamos viviendo nuestro ser hermanos, fraternos, solidarios?
Dios conoce nuestra vida como ningún otro. Dios está siempre atento a nosotros.
¿Qué le puedo agradecer al Señor en este día?
¿Dónde tengo puesta mi confianza? ¿Qué es para mi la libertad?
¿Qué le digo al Señor hoy antes de terminar el día?