Lee atentamente, Juan 21,14-19
Esta fue la tercera vez que Jesús se manifestó a sus discípulos después de resucitar de entre los muertos. Cuando terminaron de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?» Contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Jesús le dijo: «Apacienta mis corderos.»
Le preguntó por segunda vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Pedro volvió a contestar: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Jesús le dijo: «Cuida de mis ovejas.»
Insistió Jesús por tercera vez: «Simón Pedro, hijo de Juan, ¿me quieres?» Pedro se puso triste al ver que Jesús le preguntaba por tercera vez si lo quería y le contestó: «Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero.» Entonces Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas.
En verdad, cuando eras joven, tú mismo te ponías el cinturón e ibas a donde querías. Pero cuando llegues a viejo, abrirás los brazos y otro te amarrará la cintura y te llevará a donde no quieras.» Jesús lo dijo para que Pedro comprendiera en qué forma iba a morir y dar gloria a Dios. Y añadió: «Sígueme.».
- El Señor te ha acogido con ternura y amor en medio de tu fragilidad. El Padre Bueno te ha abrazado y perdonado por el inmenso amor que te tiene.
- La verdadera fortaleza de nuestra fe, no está tanto en la inteligencia, voluntad o dones personales, sino en el amor que tengamos por Jesucristo y por los demás, y en la confianza de que Dios toma nuestras vidas desde toda su fragilidad y las convierte en instrumentos de su amor, incluso hasta dar la vida por ello…
¿Qué personas sientes que te aman tal como eres?
¿A quiénes amas tú tal como son?
¿A que te invita el amor de Dios en este día?