+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
El Señor designó a otros setenta y dos, además de los Doce, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir. Y les dijo: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni provisiones, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Al entrar en una casa, digan primero: ‘¡Que descienda la paz sobre esta casa!’. Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa. En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; sanen a sus enfermos y digan a la gente: ‘El Reino de Dios está cerca de ustedes’. Pero en todas las ciudades donde entren y no los reciban, salgan a las plazas y digan: ‘¡Hasta el polvo de esta ciudad que se ha adherido a nuestros pies, lo sacudimos sobre ustedes! Sepan, sin embargo, que el Reino de Dios está cerca’. Les aseguro que en aquel Día, Sodoma será tratada menos rigurosamente que esa ciudad”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Después del rechazo a Jesús en Samaría, Lucas nos narra las exigencias y condiciones para seguir al Señor: la urgencia de seguir a Jesús es gravísima, por eso hay que dejar de lado cualquier obstáculo que impida seguirlo. En el texto de hoy el evangelista nos presenta una segunda misión durante el ministerio de Jesús; en esta ocasión los enviados a misionar son 72 discípulos, siendo este un número simbólico relacionado con el texto del Génesis en su capítulo 10 (versión de los LXX) donde se nos da un listado de 72 naciones paganas existentes en el mundo después del diluvio, por lo tanto el número 72 indica que el mensaje del evangelio debe llegar a todas las naciones del mundo, misión que debe ser desarrollada por los discípulos y discípulas después de la Pascua y también por nosotros. El hecho de que vayan de dos en dos (como Pablo y Bernabé en Hch 13,2) significa, en primer lugar, la ayuda mutua en la misión y, en segundo lugar, que ellos no van anunciándose a sí mismos, sino que van como testigos de Jesús y, para que el testimonio sea válido, la Biblia dice que se requieren dos testigos (Ver Deuteronomio 17,6; 19,15). Nuevamente el Señor insiste en la urgencia de la misión, el Reino de Dios ya está actuando en la persona de Jesús, es urgente convertirse, seguir a Jesús y anunciarlo a todos; tres ideas refuerzan esta insistencia del Maestro: “no se detengan a saludar a nadie por el camino”, “el Reino de Dios está cerca de ustedes” y “la cosecha es abundante pero los trabajadores son pocos”. Pero la misión no es fácil, por eso los envía como ovejas en medio de lobos, lo que indica la situación del discípulo (a) en medio de un mundo hostil.
¿He participado alguna vez en misiones rurales o urbanas? ¿He sido catequista o ministro (a)? ¿He participado en alguna pastoral en mi Colegio o Parroquia?