+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: “¿Quién dice la gente que soy Yo?”
Ellos le respondieron: “Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas”.
Entonces Él les preguntó: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy Yo?”
Pedro respondió: “Tú eres el Mesías”.
Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de Él.
Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; y les hablaba de esto con toda claridad.
Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo. Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: “¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Hoy sábado 29, según el Calendario Romano, corresponde la celebración de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, por eso las lecturas de la misa se toman del Leccionario Santoral, el cual nos presenta en esta ocasión una lectura tomada del Evangelio según San Mateo que nos narra la escena del “primado de Pedro” o “confesión de Pedro” en Cesarea de Filipo al norte de la Tierra Santa. Las multitudes que seguían a Jesús tenían distintos conceptos (muchos equivocados) sobre la persona del Señor (¡igual que en la actualidad!), por eso pregunta Jesús ¿qué dice la gente sobre él? La respuesta primera es que la gente lo reconoce como Juan Bautista, Elías, Jeremías; la mención de estos tres profetas no es al azar, sino que tiene mucho sentido pues ellos sufrieron rechazo y fueron perseguidos; con esta respuesta lo que la gente hace es reconocer a Jesús como un profeta, pero no como el Señor. El Maestro, entonces cuestiona a sus discípulos sobre qué piensan ellos de Él, pero ellos no saben qué responder (¿quizá pensaban lo mismo que las muchedumbres?) hasta que Pedro, movido por el Espíritu Santo, responde en forma correcta: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». Jesús felicita a Pedro (con una bienaventuranza o macarismo) por la revelación recibida del Padre Dios y usa tres imágenes para resaltar el primado de Simón Pedro por sobre los demás discípulos: la Roca, el Poder de atar y desatar y el Poder de las Llaves. Estos signos muestran a Pedro como el fundamento rocoso de la Iglesia, como el que tiene la autoridad derivada del mismo Jesús, por eso sus actos terrenos serán corroborados por Dios en el Cielo (las frases “será atado… será desatado” son pasivos teológicos, o sea el sujeto no nombrado es Dios).
¿Confieso mi fe en Jesús como lo hace Pedro? ¿Creo que Jesús es el Hijo de Dios mi salvador? ¿Tengo presente en mis oraciones al Papa que ocupa la Cátedra de Pedro?