+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos
Y se puso a hablarles en parábolas: «Un hombre plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores, y se ausentó. Envió un siervo a los labradores a su debido tiempo para recibir de ellos una parte de los frutos de la viña. Ellos le agarraron, le golpearon y le despacharon con las manos vacías. De nuevo les envió a otro siervo; también a éste le descalabraron y le insultaron. Y envió a otro y a éste le mataron; y también a otros muchos, hiriendo a unos, matando a otros. Todavía le quedaba un hijo querido; les envió a éste, el último, diciendo: `A mi hijo le respetarán’. Pero aquellos labradores dijeron entre sí: `Éste es el heredero. Vamos, matémosle, y será nuestra la herencia.’ Le agarraron, le mataron y le echaron fuera de la viña. ¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá y dará muerte a los labradores y entregará la viña a otros. ¿No habéis leído esta Escritura:
La piedra que los constructores desecharon,
en piedra angular se ha convertido;
fue el Señor quien hizo esto
y es maravilloso a nuestros ojos?»
Trataban de detenerle -pero tuvieron miedo a la gente- porque habían comprendido que la parábola la había dicho por ellos. Y dejándole, se fueron.
Palabra del Señor.
Reflexión
Estamos leyendo la segunda parte del Evangelio según San Marcos, la cual se inició en Mc 8,31 después de la “confesión de Pedro”; en esta parte del evangelio, Marcos nos presenta la enseñanza de Jesús sobre su condición de “Mesías Sufriente” e “Hijo de Dios”. Una primera sección muestra a Jesús revelando su camino doloroso mientras se dirige a Jerusalén, una segunda sección presenta al Maestro Nazareno en Jerusalén como Juez y Señor del Templo. Esta sección, que estamos leyendo ahora, presenta tres acciones simbólicas de carácter mesiánico: la entrada triunfal en Jerusalén, la maldición de la higuera estéril y la purificación del Templo; a estas acciones del Señor le siguen cuatro controversias que lo enfrentan a los dirigentes del judaísmo, los cuales muestran en forma explícita su dramática oposición al Mesías; a través de las controversias se muestra la autoridad y el origen divino de Jesús. La primera controversia proviene del ataque de los más poderosos, el Sanedrín o “Consejo supremo” de los judíos, ellos cuestionan la autoridad de Jesús, como lo leímos el sábado, pero Él los deja callados y refuerza su respuesta con la parábola que leemos hoy: “Los viñadores homicidas”. Con esta parábola el Maestro enseña a los judíos que Él no es uno más de los enviados de Dios a lo largo de la historia de Israel, de los cuales habla la narración, al contrario, Él es el último enviado, Él es el hijo amado del Padre Dios. La llegada del Hijo deja al descubierto el destino del mismo Jesús y de sus oponentes; Jesús se transformará en la piedra angular del nuevo templo de Dios, del cual quedarán excluidos los dirigentes judíos que actuaron siempre y sólo para su beneficio dejando de lado los derechos de Dios y “siendo indignos de su amor apasionado”.
¿Qué me dice Jesús a través de la parábola de los viñadores asesinos? ¿En qué circunstancias me he parecido a los viñadores homicidas? ¿Qué frutos puedo entregarle a Jesús?