+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
La gente dijo a Jesús:
«¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio de comer el pan bajado del cielo.»
Jesús respondió: «Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo.»
Ellos le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan.»
Jesús les respondió: «Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed.».
Palabra del Señor.
Reflexión
El Evangelio según San Juan relata el discurso de Jesús sobre del pan de vida pronunciado en la sinagoga de Cafarnaúm. Ahora se nos presenta un primer cuestionamiento al Señor: “¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas?”, este cuestionamiento surge porque ellos no entienden que la obra de Dios es que los hombres tengan fe (Jn 6,29), tener fe es una obra, la más importante de las obras de Dios, la fe no es una obra que realiza el hombre, sino más bien la sumisión a la obra de Dios realizada en Jesús (ver Hch 16,30-31; Rm 3,21-31) que es un don gratuito. El cuestionamiento al Señor Jesús continúa porque lo comparan con Moisés y el maná que bajó del cielo. Para la fe israelita Moisés es una figura de referencia indiscutida, por ser el profeta con el cual Dios hablaba cara a cara como con un amigo (Ex 33,11a); y en tiempos de Jesús, los judíos esperaban la llegada del Mesías como un profeta a semejanza de Moisés (Dt 18,15-18) y se esperaba que llegara en los tiempos de la Pascua y que volviera a bajar el maná como antaño en el éxodo. De hecho, el maná empezó a caer y dejó de caer en un día de Pascua (ver Ex 16,1; Jos 5,10-12; Nm 9,11), por eso Juan insiste en que estamos cerca de la fiesta de la Pascua (Jn 6,4). Pero el Señor los corrige diciendo que es el Padre Dios quien da el pan del cielo (el verdadero maná) y no Moisés y, para provocar el hambre de Dios, les dice que el pan bajado del cielo “da vida al mundo” y de esa manera provoca el clamor de la gente: “Señor, danos siempre de ese pan” (Jn 6,34; 4,15).
¿Creo en Jesús? ¿Cuándo encontré al Señor, en qué circunstancias? ¿Le pido señales o pruebas para creer en Él, como hicieron los judíos?
