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Marcos 2, 13-17: No He Venido A Llamar A Justos Sino A Pecadores

13 de Enero 2024     Freddy Araya    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos

Jesús salió nuevamente a la orilla del mar; toda la gente acudía a Él, y Él les enseñaba. Al pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él se levantó y lo siguió.
Mientras Jesús estaba comiendo en su casa, muchos publicanos y pecadores se sentaron a comer con Él y sus discípulos; porque eran muchos los que lo seguían. Los escribas del grupo de los fariseos, al ver que comía con pecadores y publicanos, decían a los discípulos: “¿Por qué come con publicanos y pecadores?”
Jesús, que había oído, les dijo: “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores”

Palabra del Señor.

Reflexión

Llegamos al término de la primera semana del Tiempo durante el Año, acompañados por el Evangelio según San Marcos. Marcos fue el primero que escribió el evangelio de Jesús allá por los años 68-70 DC, probablemente en Roma, habiendo escuchado la predicación de San Pedro y también de San Pablo, de quienes fuera discípulo. En la perícopa (=pasaje o fragmento autónomo) de hoy nos presenta otra escena donde la autoridad de Jesús exaspera a los escribas y fariseos, se trata de la Comida con los pecadores. Todo empieza con la sorprendente acción del Señor de llamar como discípulo a Leví el publicano, el cobrador de impuestos, el pecador público, vocación narrada en un solo versículo (Mc 2,14). A continuación, Marcos narra una segunda acción sorprendente (y escandalosa para algunos) que consiste en la comida en casa del pecador Leví junto a muchos otros pecadores y pecadoras; el Señor sigue revelando la misericordia y compasión de Dios que viene a perdonar pecados, a través de su persona. Para los judíos los pecadores públicos eran considerados del todo perdidos para Dios, sin posibilidad de redención y juntarse con ellos prácticamente era blasfemar, porque se ofendía la santidad de Dios; por eso los escribas y fariseos murmuran ante los discípulos criticando la actitud de su Maestro, quizá con la intención de que lo abandonen; pero Cristo Jesús defiende su actuación diciendo que Él, precisamente, ha venido a llamar a los pecadores, porque son ellos los que necesitan salvación y sanación y Él es el médico que sana y salva. «Lo grande y admirable no es sostener lo que está en pie, sino lo que se cae. Así también Cristo quiso salvar lo que se perdía y salvó a muchos, pues vino y nos llamó cuando ya nos estábamos perdiendo [Clemente de Roma]».

¿Me considero pecador (a)? ¿Acojo y perdono a los pecadores? ¿He experimentado en mi la misericordia de Dios? ¿Hay alguien a quien no he perdonado…? ¿Podría hacerlo ahora…?

Categories: Evangelio diario

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