+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
A la Hora de pasar de este mundo al Padre, los discípulos le dijeron a Jesús: “Por fin hablas claro y sin parábolas. Ahora conocemos que Tú lo sabes todo y no hace falta hacerte preguntas. Por eso creemos que Tú has salido de Dios”.
Jesús les respondió: “¿Ahora creen? Se acerca la hora, y ya ha llegado, en que ustedes se dispersarán cada uno por su lado, y me dejarán solo.
Pero no, no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Les digo esto para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: Yo he vencido al mundo”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Ayer Domingo hemos celebrado la Solemnidad de la Ascensión del Señor que celebra la exaltación del Maestro Nazareno muerto y resucitado a lo más alto del Cielo, de esta manera hemos iniciado la séptima y última semana del Tiempo de Pascua que terminará el Domingo que viene con la celebración del don del Espíritu Santo en la Solemnidad de Pentecostés, que completa la Cincuentena de Pascua. En el día de hoy el Evangelio según San Juan nos presenta los últimos versículos del capítulo 16 y que corresponden a los últimos versos de los discursos de despedida de Jesús. Con la Pascua ya próxima y la actuación del Espíritu Santo los discípulos empiezan a entender, por fin, la verdadera identidad de Jesús, que antes estaba nublada por la incomprensión de ellos, a causa de la dureza de su corazón. San Juan, en su escrito, nos enseña que: Jesús es el Revelador, Jesús es el único intérprete de Dios, Jesús es el enviado del Padre, Jesús es el que ha bajado del cielo, Jesús es el que testimonia el amor de Dios y Jesús es quien ofrece la salvación al mundo. La venida del Cristo Jesús desde el Padre y su vuelta a Él constituye un juicio sobre el “Mundo hostil” y, sobre todo, la salvación para los que creen en Él. En definitiva, la misión del Hijo eterno del Padre es la clave de todo el cuarto evangelio: el que cree en Él tiene la vida eterna y el que no cree ya está juzgado; así lo que decide la salvación o el juicio es el encuentro personal con Jesús, en ese encuentro se juega todo.
En medio de los triunfos y alegrías ¿Cómo testimonio mi fe en Jesús? En medio del sufrimiento propio o de los demás ¿Cómo puedo renovar mi fe en el Señor?