+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos
Cuando Jesús y sus discípulos, llegaron a Betsaida, le trajeron un ciego a Jesús y le rogaban que lo tocara. Él tomó al ciego de la mano y lo condujo a las afueras del pueblo. Después de ponerle saliva en los ojos e imponerle las manos, Jesús le preguntó: “¿Ves algo?” El ciego, que comenzaba a ver, le respondió: “Veo hombres, como si fueran árboles que caminan”.
Jesús le puso nuevamente las manos sobre los ojos, y el hombre recuperó la vista. Así quedó sano y veía todo con claridad. Jesús lo mandó a su casa, diciéndole. “Ni siquiera entres en el pueblo”.
Palabra del Señor.
Reflexión
A partir de hoy el Evangelio según San Marcos inicia una nueva sección que corresponde a las instrucciones de Jesús a sus discípulos mientras caminan desde Cesarea de Filipo hasta Jerusalén, esta sección empieza y termina con la curación de un ciego (el de Betsaida en Mc 8,22-26 y Bartimeo en Mc 10,46-52) enmarcando, de esta manera, la ceguera de los discípulos que no comprenden a su Maestro. San Marcos presentará la confesión de fe de Pedro y los tres anuncios de la pasión con su correspondiente tres enseñanzas a los discípulos a raíz de su triple incomprensión manifiesta. La primera “perícopa” (pasaje o fragmento autónomo) de esta sección es la que leemos hoy: la curación de un ciego. Llegados a Betsaida (destino geográfico anunciado desde Mc 6,45) le presentan a Jesús un ciego para que lo sane y Él lo cura en dos fases; lo primero que hace es usar saliva e imponer las manos sobre sus ojos para luego preguntarle si ve algo, el enfermo indica que va recuperando de a poco la vista, ve pero de manera imperfecta (“veo hombres como árboles que caminan”), entonces el Maestro Nazareno nuevamente impone las manos sobre los ojos y el enfermo recupera completamente la vista, San Marcos recalca la sanación tres veces con tres verbos distintos: recuperar, curar y ver (Mc 8,25b). Este primer milagro de esta sección muestra una curación parcial e imperfecta del ciego, el cual, de hecho, no sigue a Jesús; cuando lleguemos a la curación de Bartimeo veremos que la sanación será inmediata y él seguirá (como discípulo) a Jesús por el camino, indicando el camino que debemos recorrer cada uno de los discípulos y de las discípulas del Nazareno.
¿En verdad comprendo a Jesús? ¿Qué cegueras me impiden entender a Jesús? ¿Soy discípulo (a) de Jesús, lo sigo por el camino? ¿O no?