Los evangelistas narran que el día que Jesús fue bautizado descendió una paloma sobre él, es decir, el Espíritu Santo. Desde ese momento se cumplen las Escrituras que dicen que Juan bautiza con agua pero Jesús nos trae el bautismo del Espíritu Santo. Te pedimos Señor por aquello que un día, por la fuerza del Espíritu, me hizo hijo de Dios, miembro de su pueblo, hijo de la Iglesia me ayude a renovar, levantar, incentivar y alimentar las promesas del bautismo.
Ricardo Reyes
Capilla María Auxiliadora, Valparaíso.
¿Qué obra ha hecho el Espíritu Santo en mí?