“Sólo los que son niños, como él, tienen acceso al Reino de Dios que es justicia, paz y alegría de amar. Nacer de nuevo, ser niños, significa para nosotros actitudes, mutaciones concretas. No es juzgar con las palabras ni apelar a sentimientos fáciles. Los violentos no son niños. Los que ambicionan imponerse y dominar, presionar las conciencias y oprimir, no son niños. Los carentes de humildad para aprender y recibir, los que no quieren oír, ni compartir, los que no toleran la discrepancia o la contradicción no son niños (…) Seamos consecuentes. No juguemos con las palabras ni con sentimientos fáciles. Celebrar esta noche al cristo Salvador que nos ha nacido implica vencer en nosotros esa violencia que él derrotó haciéndose niño”.
Card. Raúl Silva Henríquez
Cristo en los desposeídos (extracto)
¿Nos hacemos como niños o seguimos el camino de los violentos?