“Un niño, envuelto en pañales y recostado en un pesebre, ilumina esta noche a la Humanidad. Por este niño empezaron los hombres a mirarse como hermanos. Este niño es el Rey y Salvador prometido a los pobres. La alegría del pueblo, la paz en la Tierra, nacen con este niño. Nunca nadie fue tan esperado como El. Y a nadie necesita hoy el mundo tanto como El. Si hoy luchamos por los derechos de los pobres es porque El, siendo rico, se hizo pobre. Si el clamor de justicia se hace incallable, es porque El se ha encarnado en todos los desposeídos de este mundo. Toda la esperanza que mantiene en marcha a la Humanidad se funda en que El vino y volverá. Todo el amor que los hombres se entregan responde a la ternura y pureza del amor de ese Dios hecho niño”.
Card. Raúl Silva Henríquez
Cristo en los desposeídos (extracto)
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