Jesús vivía con sus padres en Nazaret demostrando obediencia ejemplar. Cuando cumplió sus doce años, María y José viajaron con él a Jerusalén a celebrar la Pascua Judía. Estando allí, Jesús desapareció para visitar el templo, donde se reunió a conversar con los doctores, los cuales se sentían asombrados del conocimiento de Jesús de las escrituras. Llegado el tiempo de volver a Nazaret, al cabo de un día de emprendido el viaje junto con la caravana, María y José se dieron cuenta de que el niño no estaba con ellos y decidieron volver a buscarlo. Después de tres días, lo encontraron en el templo dialogando con los maestros y María le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando.» Él les respondió: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?» Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio. Bajó con ellos a Nazaret, donde progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres (Cf. Lc 2,41-52).
Félix Soto
Capilla Santa Irene, Parroquia Jesús es el Señor, La Florida
¿Cómo es nuestra relación familiar con respecto al traspaso de la fe?