+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
Al regresar los setenta y dos discípulos de su misión, Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo:
“Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque, habiendo ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes, las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”.
Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos:
“¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! Porque les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron”.
Palabra del Señor.
Reflexión
El Tiempo de Adviento tiene como función prepararnos para la celebración de la Solemnidad de la Navidad. Recordemos que desde el Domingo recién pasado (el Primero de Adviento) hasta el día 16 de diciembre corresponde la primera parte de este tiempo en la que se nos invita a meditar en la que llamamos Segunda venida del Señor o Parusía. Hoy nos corresponde la lectura de un texto del Evangelio según San Lucas, quien nos presenta, en primer lugar, un himno de alabanza en boca de Jesús, el cual se alegra en el Espíritu; el himno nos muestra tres cosas: la acción del Mesías en favor de los pobres y desheredados, el gozo como característica de la era mesiánica y la acción destacada del Espíritu en la obra del Mesías. Comenta Cirilo de Alejandría: «el que es bueno [Jesús] y ama a todos los hombres, queriendo salvar a todos los hombres se convierte en causa de alegría, conversión de los equivocados, luz de los que estaban en tinieblas y conversión de los ignorantes e indóciles…» En segundo lugar, Lucas nos presenta una bienaventuranza que nos muestra el carácter excepcional de la misión de Jesús; esto porque los profetas y reyes, figuras destacadas de la Antigua Alianza vivieron con la esperanza de ver tiempos mejores, pero no los vieron; en cambio los discípulos de Jesús son dichosos porque tienen el especial privilegio de ver el cumplimiento de todas las promesas del Antiguo Testamento, ahora, en la persona, la actuación y predicación del Maestro de Nazaret. Comenta San Cirilo: «esto es lo que podemos ver, y dichosos sean nuestros ojos y los de todos los que aman a Cristo. Hemos escuchado su sagrado misterio. Nos ha enseñado las cosas que se refieren a Dios Padre, y nos lo ha mostrado…».
¿Experimento el gozo de conocer a Jesús? ¿Me dejo mover por el Espíritu Santo? Jesús actúa en favor de los pobres y desamparados ¿Qué hago yo?