Estamos en un mundo donde lamentablemente vivimos nuestras vidas, independiente de lo que le sucede a nuestro prójimo. Y es que vamos tan deprisa por la vida, tan por encima de los minutos, las horas y los días, que se nos está olvidando frenar y mirar fijamente al de al lado.
Difícilmente estableceremos relaciones de calidad si no somos capaces de mostrar al otro que le comprendemos y le acompañamos. Cuando nos conectamos con las personas logramos un gran avance para humanizarnos y dignificarnos. Seamos humildes y empáticos con todas las personas, para no dejar morir la humanidad que llevamos por dentro.“La gente olvida lo que dices, la gente olvida lo que haces, pero nunca olvida
cómo le haces sentir” (Maya Angelou).Claudia Martí
Salesianos Concepción
¿Me pongo en los zapatos del otro para descubrir su vida?