+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo.
Éste fue el origen de Jesucristo:
María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo, no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto.
Mientras pensaba esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque Él salvará a su Pueblo de sus pecados”.
Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado.
Palabra del Señor.
Reflexión
En el día de hoy interrumpimos el orden de las lecturas del tiempo de Cuaresma ya que nos corresponde celebrar la Solemnidad de San José que, naturalmente tiene lecturas propias. San Mateo, después de presentar la genealogía de Jesús (que está estructurada en torno al número siete que representa la suma de las letras consonantes hebreas del nombre del Rey David) llega a la persona de José y al nacimiento de Jesús. La genealogía pretende mostrar que Jesús es heredero de toda la historia de Israel y, especialmente, de la ascendencia davídica transmitida por José, su padre adoptivo. El evangelista nos dice que José era un hombre justo (o sea devoto, piadoso, santo, fiel a Dios y cumplidor de la Ley), por eso al enterarse de que María está embarazada antes de vivir con él y conociendo la santidad de ella, probablemente intuye la acción de Dios y no quiere intervenir, y por eso pretende abandonarla e irse en secreto, evitando además el duro castigo que establecía la Ley; pero el Señor se le aparece en sueños y le aclara todo, le dice que debe tomar a su esposa y adoptar al niño como su hijo, darle el nombre de Jesús que significa: “El Señor salva” (más exactamente: Yahvé ¡ayúdanos!) y le cita el texto de Isaías 7,14, profecía que se cumple en María. José despierta de su sueño y obedece la orden del Señor y se transforma en Padre del Salvador y Custodio del Redentor, otorgándole la ascendencia davídica y mesiánica a su hijo. El Papa Francisco, en su carta “Patris corde” nos describe a José como: 1. Padre amado. 2. Padre en la ternura. 3. Padre en la obediencia. 4. Padre en la acogida. 5. Padre de la valentía creativa. 6. Padre trabajador. 7. Padre en la sombra.
¿Qué puedo aprender de San José? ¿Cómo puedo ser justo (a) a los ojos de Dios? ¿Cómo es mi relación con mis padres… con mis hijos (as)…?