+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
Jesús dijo a sus discípulos:
“El Hijo del hombre debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día”.
Después dijo a todos: “El que quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la salvará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si se pierde o se arruina a sí mismo?”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Recordemos que ayer hemos iniciado el Tiempo de Cuaresma que nos prepara para la Pascua del Señor; en este tiempo se omite el canto del Gloria y del Aleluya en la Misa y las lecturas bíblicas corresponden a una especial selección de textos. En el día de hoy celebramos el “Jueves después de Ceniza” y el evangelio está tomado del relato de San Lucas, quien nos presenta el tema de la Cruz en la vida del Mesías y de su discípulos (as). Jesús acaba de preguntar a sus discípulos sobre quién pensaban ellos que Él era y Pedro, habiendo visto lo que Él hacía, había respondido “Tú eres el Mesías de Dios”. Entonces el Señor les ordena guardar silencio, ya que Él como Mesías tiene que ser contemplado desde la Cruz. Lucas ha descrito como el Maestro Nazareno ha sorteado con éxito la oposición que ha tenido hasta ahora. A partir de este momento Jesús les explica a los discípulos (as) que la creciente oposición a su persona lo llevará a la muerte, poniendo así en su horizonte la Cruz. Debe quedar claro para los discípulos que el Hijo del Hombre será humillado hasta la muerte, pero detrás de estos acontecimientos está el plan de Dios y la victoria de Jesús en la Resurrección. Jesús extiende la invitación a seguirlo a todos y en la invitación el Maestro resalta la cruz como centro de la invitación, indicando así, el compromiso de los discípulos y discípulas con Jesús y su participación en el Reino de Dios con hecho y palabras, siendo constantemente fieles, día a día al Maestro de Nazaret y a su estilo de vida, o sea perdiendo la vida en el profundo compromiso con Jesús y el Reino de Dios.
¿Tengo claro que la verdadera identidad de Jesús no se puede separar de la Cruz? ¿Estoy dispuesto (a) al seguimiento de Jesús? ¿Cómo describiría mi compromiso con el Reino de Dios?