+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos
Llegaron los fariseos, que comenzaron a discutir con Jesús; y, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Jesús, suspirando profundamente, dijo: “¿Por qué esta generación pide un signo? Les aseguro que no se le dará ningún signo”.
Y dejándolos, volvió a embarcarse hacia la otra orilla.
Palabra del Señor.
Reflexión
Ayer hemos comenzado la sexta semana del Tiempo durante el año, cuyo color litúrgico es el verde. Seguimos en la compañía del Evangelio según San Marcos y estamos leyendo una sección que incluyó tres milagros y concluye con una controversia sobre los signos que leemos entre hoy y mañana. La controversia se inicia con la petición de una señal por parte de los fariseos y continúa con las preguntas que el Señor les dirige a sus discípulos; en primer lugar, Jesús se negará a dar la señal a los fariseos y, en segundo lugar, desenmascarará la incomprensión de sus discípulos. Hoy, en la primera parte de la controversia, San Marcos nos muestra a Jesús que se dispone a continuar su misión en territorio judío, e inmediatamente le salen al paso los incrédulos y ciegos fariseos, que ya estuvieron en la controversia de los ritos lavatorios (Mc 7,1), los cuales sin creer en Él, le piden que haga un signo del cielo que demuestre que Él es el Mesías; esta es un petición engañosa, de mala voluntad, como si fuera la tentación de Satanás (Mc 1,13), Jesús se da cuenta de ello y por eso se niega a cualquier signo, porque sabe que ese es un camino que lo llevaría a un mesianismo espectacular, y el Señor no está dispuesto a comprar la adhesión de los hombres complaciéndolos en sus falsos anhelos sensacionalistas. La fe no depende de signos espectaculares, porque la “Fe es la consistencia de lo que se espera, la prueba de lo que no se ve.” (Hb 11,1). Por eso Jesús aclara que la fe no debe estar dependiendo de los milagros, sino que son los milagros los que dependen de la fe, de hecho, los signos sin la fe no dicen nada de nada.
¿Cuán pura es mi fe? ¿Busco signos o pruebas para creer? ¿Soy capaz de mantener mi fe aún en medio de grandes dificultades?