+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
Jesús dijo a los fariseos:
“Yo me voy, y ustedes me buscarán y morirán en su pecado. Adonde Yo voy, ustedes no pueden ir”.
Los judíos se preguntaban: “¿Pensará matarse para decir: ‘Adonde Yo voy, ustedes no pueden ir’?”.
Jesús continuó:
“Ustedes son de aquí abajo, Yo soy de lo alto. Ustedes son de este mundo, Yo no soy de este mundo. Por eso les he dicho: «Ustedes morirán en sus pecados». Porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados”.
Los judíos le preguntaron: “¿Quién eres Tú?”. Jesús les respondió: “Esto es precisamente lo que les estoy diciendo desde el comienzo. De ustedes, tengo mucho que decir, mucho que juzgar. Pero Aquél que me envió es veraz, y lo que aprendí de Él es lo que digo al mundo”.
Ellos no comprendieron que Jesús se refería al Padre. Después les dijo: “Cuando ustedes hayan levantado en alto al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy y que no hago nada por mí mismo, sino que digo lo que el Padre me enseñó. El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque Yo hago siempre lo que le agrada”.
Mientras hablaba así, muchos creyeron en Él.
Palabra del Señor.
Reflexión
Continuamos esta quinta semana de Cuaresma que nos acerca a la celebración de los misterios centrales de nuestra fe cristiana y católica, y lo hacemos en compañía del evangelista San Juan, quien nos presenta una nueva argumentación de Jesús para rebatir a sus oponentes de la dirigencia de los judíos. Como es costumbre en San Juan, se nos presentan dos planos distintos, por un lado, el plano de Jesús que habla de las cosas de arriba (del Cielo) o sea de los misterios de su vida y de su persona y, por otro lado, el plano de sus oponentes, que es un plano terrenal, que no es capaz de comprender los misterios salvíficos de la persona del Señor. Cristo Jesús los acusa de no creer en Él que es el Hijo de Dios, que es igual al Padre y por eso permanecen en sus pecados. El Maestro de Nazareth dice claramente: Yo soy; esta es la forma en que se presenta Dios en el Antiguo Testamento, por lo tanto, Jesús se identifica con Dios, su Padre. Pero los interlocutores de Jesús no comprenden su mensaje. Frente a esto el Señor anuncia que su identidad quedará revelada a todos, cuando Él sea levantado en alto (o sea levantado en la cruz, crucificado), entonces en ese momento, dice: “ustedes sabrán que Yo soy”. La Pascua es el misterio central de nuestra fe, porque nos muestra el inmenso amor de Dios por cada uno de nosotros, amor que le hace dar la vida por nuestra salvación.
¿Soy consciente del amor de Dios por mí? ¿Hago el esfuerzo de comprender el misterio de amor de la persona del Señor? ¿Tengo una cruz, en mi casa, en mi pieza, en mi trabajo?