+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: “No se inquieten.
Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, ¿les habría dicho a ustedes que voy a prepararles un lugar?
Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde Yo esté, estén también ustedes.
Ya conocen el camino del lugar adonde voy”.
Tomás le dijo: “Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?”
Jesús le respondió:
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí”.
Palabra del Señor.
Reflexión
El Capítulo 14 del evangelio según San Juan nos introduce en el discurso de despedida de Jesús ubicado después de la “última cena”. Iniciando el discurso Jesús exhorta a la confianza y anuncia su partida y su vuelta gloriosa, a modo de preparación para la gran revelación del versículo seis. La primera invitación es a no temer, a no inquietarse, sino que, a creer en Dios y en el mismo Jesús, se trata de dar el paso definitivo de la fe en Jesús como el único salvador. Luego usando la concepción popular de la “geografía” del cielo, Jesús insiste en la confianza de que en el cielo Él preparará, a todos sus discípulos (as), un lugar. Nada han de temer los creyentes, pues el Señor les espera con los brazos abiertos en la gloria celestial. ¿Y cómo llegar hasta allí? Nada hay que temer porque el mismo Jesús dice que los llevará, por eso dice que ya conocen el camino (pues lo conocen a Él); la pregunta de Tomás sirve para preparar la inmediata gran revelación del Señor: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Esta es la sexta vez que Jesús se revela usando la fórmula “Yo soy” (que nos remite al Nombre de Dios); Jesús es la fuente de la Vida y de la Verdad, porque es el Hijo encarnado, el Verbo encarnado; por eso mismo es el Camino, porque Cristo viene del Padre y vuelve al Padre. Sólo por Jesús se puede llegar al Padre Dios, no hay otro camino.
En un momento de oración personal en silencio, en medio de esta pandemia, puedo orar, diciendo, leyendo, meditando la Profesión de Fe: el CREDO