+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
Jesús dijo a sus discípulos:
“El Hijo del hombre debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día”.
Después dijo a todos: “El que quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la salvará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si se pierde o se arruina a sí mismo?”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Ayer hemos empezado la Cuaresma. El texto de hoy habla de pasión, muerte y resurrección de Jesús y con ello afirma que el seguimiento del Señor implica cargar con la cruz. De este modo conviene que nos preguntemos cuál es la imagen que tenemos nosotros cuando confesamos a Jesús como Cristo. ¿Un mesías triunfante? ¿un siervo sufriente? Jesús en este Evangelio deja bien claro que para él no hay medias tientas: la invitación es a negarse a sí mismo y a tomar la cruz para seguirle. Hoy se nos invita a reconocer como toda la vida de Jesús se encuentra orientada a la opción por el Reino de Dios y como sus acciones provocaban también disgusto y oposición, lo que trajo sus consecuencias. No obstante, Jesús no se apartó del camino emprendido… hoy nos exhorta a caminar con él. Las palabras de Jesús, en esta cuaresma, son un grito a nuestra conciencia y nos invitan a despertarnos y salir de nuestra fe entumecida o acostumbrada. Hoy podemos, ¡debemos!, responder a esos llamados de atención del Señor.
Ayer y hoy esperamos al Mesías, muchas veces cada uno a su manera. En el Chile de hoy ¿Cuál es el mesías que yo espero o que la gente espera? ¿Qué cruz debo cargar para encontrarme con Él en este momento al iniciar cuaresma?