+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
Los pastores fueron rápidamente adonde les había dicho el Ángel del Señor, y encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.
Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción.
Palabra del Señor.
Reflexión
En este día en que juntos celebramos el año Nuevo en el calendario civil, el evangelio nos remite a la escena del encuentro de los pastores con el pesebre, con aquella Sagrada Familia, que recibía y cuidaba a su hijo, a pesar de las terribles condiciones. Indudablemente el Niño Jesús nos enseña lo que es verdaderamente importante en nuestra vida. Nace en la pobreza del mundo, porque no hay un puesto en la posada para Él y su familia. Encuentra cobijo y amparo en un establo y viene recostado en un pesebre de animales. Y, sin embargo, de esta nada brota la luz de la gloria de Dios. Desde aquí, comienza para los hombres de corazón sencillo el camino de la verdadera liberación y del rescate perpetuo. Y en este escenario, hoy se destaca también la figura de María -que guardaba estas cosas en su corazón. La solemnidad de Santa María, Madre de Dios; ese es el título más importante de María, por el que ha pasado a la historia y forma parte historia de la Iglesia y de nuestra propia historia personal. Con estos elementos no podemos más que dirigirnos a María, que es madre desde la profundidad del corazón. Y encomendar este nuevo año bajo su protección, para que la Paz de Dios, se acreciente día a día en nuestras familias, en nuestro país y por todas partes. Que en este año que comienza imitemos tanto la actitud de María, como la de aquellos sencillos pastores (los primeros a los que se revela esta Buena Noticia), que su actitud de disposición y asombro, también sean nuestras actitudes.
Feliz Año Nuevo de la Mano de la Sma. Virgen María, Madre de Dios y de la humanidad.
¿Con qué actitudes deseo vivir este nuevo año? ¿estoy dispuesto a reconocer la presencia de Dios?
