+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos:
No son los que me dicen: “Señor, Señor”, los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero ésta no se derrumbó, porque estaba construida sobre roca.
Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: ésta se derrumbó, y su ruina fue grande.
Palabra del Señor.
Reflexionemos
En este primer jueves de Adviento se nos invita a vivir este tiempo dando prioridad a la Palabra en nuestra vida, haciendo de ella el fundamento, la raíz a partir de la cual vamos creciendo, haciéndonos. Pero sobre todo, se nos invita a ponerla en práctica.El evangelio de hoy cuenta la parte final del Sermón de la Montaña y nos recuerda que no basta decir “¡Señor, Señor!”, o unas bonitas palabras sobre Dios, sino hacer la voluntad del Padre y comprometerse a ser una revelación de su presencia y amor en el mundo. Somos cristianos, practicamos la fe, celebramos el culto frecuentemente, rezamos, pero ¿eso basta para vivir el Reino de los Cielos? La imagen de la construcción que utiliza Jesús es muy clara: si todo eso no se apoya en la Palabra de Dios, si no crece a partir de la Palabra vivida, todo se desmorona porque es débil y sin sustento. En nuestro tiempo, la tormenta arrecia: desigualdades, pobreza y violencia, cambio climático, crisis económica, política, social, cultural. Este mundo, construido sobre falsos cimientos, acabará desplomándose.
Hoy, a la luz de la Palabra de Dios, nos podemos preguntar: ¿Soy de los que dicen “Señor, Señor”, o de los que ponen en práctica la palabra? Pidamos se nos ayude a enraizarnos cada vez más en El Señor para que sea nuestra roca?