+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando: «¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no: está escondido a tus ojos. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida.».
Palabra del Señor.
Reflexionemos
En el Evangelio de Lucas, Jesús observa en el horizonte la ciudad de Jerusalén y llora sobre ella. Habla de su destrucción “Porque no reconoció el momento de su venida”. Su llanto y su lamento marcan un fuerte contraste con el júbilo de su entrada a la capital de su pueblo. Esta escena es una invitación a mirar nuestro barrio, nuestra comunidad y nuestro País en este tiempo de estallido social. Pareciera ser que “no hemos entendido”, y que los conflictos y desentendimientos se han adueñado de nuestras vidas, el panorama es complejo y pareciera ser que quedamos como atrapados en nuestras intransigencias. Hoy El Señor también nos mira a nosotros, fija su mirada en nuestras familias, en nuestros barrios, en nuestra comunidad, y por cierto en nuestro país; hoy con claridad nos pide que busquemos caminos y que logremos descubrir y cuidar aquello que en definitiva nos conduce a la paz. En lo que podamos ser responsables, cada uno allí donde está, construyamos una vida de paz.
Mirando la realidad de nuestro país, de nuestros barrios y familias ¿Te hace sentido el llanto de Jesús por Jerusalén? ¿Comprendemos en qué consisten esos caminos que conducen a la paz?