+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: Cuando venga el Paráclito que Yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, Él dará testimonio de mí.
Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio. Les he dicho esto para que no se escandalicen.
Serán echados de las sinagogas, más aún, llegará la hora en que los mismos que les den muerte pensarán que tributan culto a Dios. Y los tratarán así porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Les he advertido esto para que cuando llegue esa hora, recuerden que ya lo había dicho.
No les dije estas cosas desde el principio, porque Yo estaba con ustedes.
Palabra del Señor.
Reflexión
La emoción guía las palabras de Jesús en esta larga conversación de despedida. Las palabras son sencillas como lo es siempre el lenguaje del corazón. Es la hora de las confidencias y recomendaciones. De este modo hoy, en el evangelio Jesús anuncia y promete la venida del Espíritu Santo. Y nosotros, al recibir este Espíritu en el bautismo, debemos ser su prolongación… Sin embargo, el evangelio advierte que ser fiel a este Jesús va a traer dificultades. Los discípulos serán expulsados de la sinagoga, serán condenados a muerte; les acontecerá lo mismo que a Jesús. En muchas ocasiones el Papa Francisco ha recordado que en estos tiempos los cristianos son más perseguidos y martirizados que en la época del imperio romano. La cruz es la marca de fábrica del verdadero cristiano por eso no nos debemos asustar. Cuando seamos perseguidos tenemos que pedir la fuerza del Espíritu Santo para resistir y no claudicar.
No son tiempos fáciles y se acumulan las dificultades. Frente al desaliento que puede amenazar a los bautizados, Jesús nos ofrece la certeza de su presencia Jesús ¿Reconozco esta presencia? Ante las dificultades ¿cómo vivo la acción del Espíritu?