+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí. Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que Yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia.
Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más grande que su señor. Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes; si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes.
Pero los tratarán así a causa de mi Nombre, porque no conocen al que me envió.
Palabra del Señor.
Reflexión
Para San Juan, el mundo no es el lugar donde habitamos los hombres, sino el enemigo de Dios y de Jesús. De ahí todas las afirmaciones que encontramos en el pasaje evangélico de hoy. Por eso se afirma que el cristiano que sigue a Jesús está llamado a vivir al revés de la sociedad. En un mundo organizado muchas veces desde intereses egoístas, debe procurar vivir e irradiar el amor, aún con la presencia de la cruz. En esta clave, cuando un cristiano o una cristiana es muy elogiado/a por los poderes de este mundo y es exaltado/a como modelo para todos por los medios de comunicación, conviene desconfiar siempre un poco. “Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo”. Fue la elección de Jesús lo que nos separó. Y basándonos en esta elección o vocación gratuita de Jesús tenemos la fuerza para aguantar la persecución y la calumnia y podremos tener la alegría en medio de las dificultades. En el escenario actual ¡Seamos valientes y proclamemos sin miedo a Cristo resucitado, luz y alegría de los cristianos! ¡Dejemos que el Espíritu Santo nos transforme para ser capaces de comunicar esto al mundo!
A la luz del texto de hoy, El Señor se dirige a mí y me dice: Si fueras del mundo, el mundo amaría lo suyo. ¿Cómo aplico esto a mi vida?