+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que aquel que me reconozca abiertamente delante de los hombres, el Hijo del hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios. Pero el que no me reconozca delante de los hombres no será reconocido ante los ángeles de Dios. Al que diga una palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará. Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en ese momento lo que deban decir.
Palabra del Señor.
Reflexión
No es lo mismo seguir a Jesús en espacios y tiempos tranquilos que seguirlo en condiciones de amenaza y persecución. Queramos o no queramos, muchas veces tenemos que dar testimonio de Jesús en nuestro entorno. A veces callamos por vergüenza, por cobardía, por no quedar mal, por comodidad… Jesús en estos versículos es claro, el que no se ponga de su parte ante los hombres, que no cuente con Él ante los ángeles de Dios. Son palabras fuertes, pero es que ser cristianos no es un juego. Nunca es fácil ir contracorriente, por eso Dios no nos deja solos y nos manda su Espíritu para que nos fortalezca en nuestra tarea evangelizadora. A nosotros sólo se no pide que creamos en su fuerza poderosa, que confiemos en Él. Él lo hará todo.
¿Qué significa ponerse de parte de Cristo delante de los hombres? ¿Cómo dar testimonio de él sin arrogancia pero también sin temor al ridículo, sin falsos pudores, sin vergüenza?