+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que Jesús hacía y enseñaba, y estaba muy desconcertado porque algunos decían: “Es Juan, que ha resucitado”. Otros decían: “Es Elías, que se ha aparecido”, y otros: “Es uno de los antiguos profetas que ha resucitado”.
Pero Herodes decía: “A Juan lo hice decapitar. Entonces, ¿quien es éste del que oigo decir semejantes cosas?” Y trataba de verlo.
Palabra del Señor.
Reflexión
Desde el principio de su predicación, Jesús empezó a tener fama. Su hablar sonaba distinto al de otros predicadores, sus enseñanzas sobre Dios. En más de una ocasión, el evangelio recoge que después de una actuación y predicación de Jesús, muchos quedaban asombrados y decían, “pero ¿quién es este?”. El evangelio de hoy nos presenta la reacción de Herodes ante la predicación de Jesús. Herodes no sabe situarlo. Había matado a Juan Bautista y ahora quiere ver a Jesús de cerca. En el horizonte despuntan amenazas. A Herodes lo rodea la duda, intriga, el temor de no saber con qué o con quién se encontraría. Bien sabemos que su deseo de ver a Jesús no pasaba de la mera curiosidad o del temor a que este nuevo profeta le pudiese echar en cara la muerte de Juan. No quería verlo para escuchar limpiamente su palabra, con la posibilidad de cambiar de vida y apuntarse a lo que Jesús, proponía…
A la luz del Evangelio nos podemos preguntar: ¿nuestro deseo de encontrarnos con Jesús en qué se basa, qué lo mueve, que busca? ¿quién es Jesús para mí?