+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Él les respondió: “Esta generación malvada y adúltera reclama un signo, pero no se le dará otro que el del profeta Jonás. Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez, así estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra tres días y tres noches.
El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay Alguien que es más que Jonás.
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra esta generación y la condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay Alguien que es más que Salomón”.
Palabra del Señor.
Reflexión
El evangelio de hoy nos relata una discusión entre Jesús y las autoridades religiosas de la época. Esta vez son los doctores de la ley quienes piden a Jesús que haga una señal para ellos para que puedan examinar y verificar si Jesús es o no el enviado por Dios según lo imaginaban y esperaban. Quieren someterle a prueba. Quieren que Jesús se someta a sus criterios. No hay en ellos apertura para una posible conversión. No habían entendido nada de todo lo que Jesús había hecho. Quieren ver “un signo”, y Jesús no se somete a la petición de las autoridades religiosas, pues no hay sinceridad en su petición. No verán ahora, pero sí lo harán después. Y como todo signo es ambiguo, deberán esperar ver aquello que no es evidente para todos. Así, tendrán lo que piden: deberán creer sin evidencias. En ocasiones también a nosotros nos cuesta entender los caminos de Dios. Muchas veces la vida se presenta confusa, injusta, oscura…. o nuestras miradas «algo mezquinas», no logran apreciar su paso en nuestra historia. Con sencillez pidamos al Señor que aumente nuestra fe, para poder contemplar los signos de su presencia.
Ante la actual renovación de la Iglesia, ¿soy como aquél que pide una señal o soy como la gente que reconoce que éste es el camino que Dios quiere?