+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal. Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Jesús enseñó a sus discípulos a orar ¿Alguien pensaba que Jesús no iba a hablar de la oración? ¿Cómo podía ser de otra manera? La oración establece un lazo sólido e íntimo con Dios. Jesús nos dice que tenemos que empezar dirigiéndonos a Dios como a nuestro Padre: “Padre nuestro”. Muy distinto sería dirigirse a Dios como Dios a dirigirnos a Él como Padre. Sabiendo además que es un Padre bueno, lleno de ternura y misericordia. De este modo, el miedo, el temor, la distancia no caben ante este Padre Bueno. La confianza, la ternura, que brotan del amor de hijo, es lo que debe prevalecer en nuestra relación con Dios. Por eso, no necesitamos de muchas palabras, pero sí de la disposición confiada de saber que nos encontramos ante un Padre bueno que conoce nuestras necesidades y que al ser reconocido como Padre Nuestro, nos interpela, nos abaja, nos centra en los hermanos, nos invita a preparar la mesa para todos y a compartir la fraternidad.
Pongamos delante de él nuestra vida para que la transforme y podamos ser capaces de vivir en su amor y preguntémonos hoy ¿Cómo suelo hacer oración con el Padre Nuestro: mecánicamente o poniendo toda la vida y el compromiso en él? ¿Cómo hago vida el padre Nuestro en mi relación con los demás?