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Lucas 5, 27-32: Yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, para que se conviertan.

17 de Febrero 2018     Freddy Araya    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 5, 27-32
Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió.
Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y sus escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: “¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?”
Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, para que se conviertan”
Palabra del Señor.

Reflexión

En el Evangelio de hoy Jesús llama a Leví, un publicano, y este, inmediatamente, lo deja todo, sigue a Jesús y empieza a hacer parte del grupo de los discípulos. El gesto de Jesús provocó desconcierto y rabia de las autoridades religiosas. Los legalistas no podían entender el sentido de lo que Jesús y sus discípulos estaban haciendo. Por eso se preguntaban “¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?”. La respuesta es que el sentido de esa mesa es ofrecer el perdón a los pecadores y hacer caer los prejuicios, para recuperar a cada persona con todo lo bueno que tiene para compartir, porque en esa mesa comienza una nueva vida en comunidad. Entonces, comer y beber juntos es signo del Reino de Dios que llega. Jesús acoge e incluye a las personas. Preguntémonos hoy ¿Mi actitud se parece a la de Jesús o más bien a quiénes lo critican? En este tiempo fuerte, en esta cuaresma, Jesús nos llama a una conversión auténtica.

Categories: Evangelio diario

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