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Lucas 5, 33-39

2 de Setiembre 2016     soporte    

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Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Los escribas y los fariseos dijeron a Jesús: “Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y hacen oración, lo mismo que los discípulos de los fariseos; en cambio, los tuyos comen y beben”.

Jesús les contestó: “¿Ustedes pretenden hacer ayunar a los amigos del esposo mientras él está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado; entonces tendrán que ayunar”.
Les hizo además esta comparación: “Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar uno viejo, porque se romperá el nuevo, y el pedazo sacado a éste no quedará bien en el vestido viejo. Tampoco se pone vino nuevo en vasijas viejas, porque hará reventar las vasijas; entonces el vino se derramará y las vasijas ya no servirán más. El vino nuevo se pone en vasijas nuevas. Nadie, después de haber gustado el vino viejo, quiere vino nuevo, porque dice: el añejo es mejor”.

Reflexionamos

No entenderá bien a Jesús quien tenga una mente cerrada, apegada a creencias añejas o llena de prejuicios. El Evangelio es un modo de vivir en alta calidad, muy distinto al modo acostumbrado en que vivimos las personas, cualquiera sea la cultura y época. “Hay que nacer de nuevo” le dijo Jesús a un magistrado judío en cierta ocasión. Aquí nos dice algo similar: este modo renovado de entender y vivir la vida que Él nos trajo, su Evangelio (es decir, el “vino nuevo”) no calza en una manera de ser anticuada, cerrada en sí misma (es decir, la “vasija vieja”).

Mirando tu forma de ser, ¿qué dirías? ¿Eres una vasija nueva o vieja?

Categories: Evangelio diario

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