+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
El primer día de la semana, María Magdalena corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”.
Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró. Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro; vio las vendas en el suelo, y también el sudario que había cubierto la cabeza de Jesús; éste no estaba caído con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte.
Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó.
Palabra del Señor.
Reflexión
Con la Solemnidad de la Navidad hemos iniciado el Tiempo de Navidad que durará hasta el 12 de enero y, en esta primera semana, corresponde la Octava de Navidad que durará hasta el 1 de enero. En el día de ayer correspondió la celebración de la Fiesta de San Esteban protomártir y hoy corresponde el tercer día de la Octava en el cual se celebra la Fiesta de San Juan Apóstol y Evangelista. El Evangelio según San Juan nos presenta hoy el relato del sepulcro vacío y la visita al sepulcro de Pedro y el Discípulo Amado (tradicionalmente identificado con San Juan). El evangelista nos dice que María Magdalena, movida por su amor a Jesús, fue al sepulcro cuando todavía era de noche y lo encontró vacío, asustada corrió a contarles a Pedro y al Discípulo Amado que el Señor no estaba en el sepulcro y que “no sabían dónde lo habían puesto”, esta misma frase la repetirá dos veces más adelante (Jn 20,13.15) como haciendo una referencia a Moisés de quien no se sabe dónde está enterrado (Dt 34,6) y a Jesús como el Profeta mosaico que ha de venir (Dt 18,15.18; Hch 3,22-23; 7,37). Pedro y el Discípulo Amado corren al sepulcro, este último, movido por su amor al Señor, corre más rápido y llega primero, pero no entra; entonces llega Pedro que, siendo más impulsivo, entra de inmediato y ve la santa sábana lisa y el sudario enrollado en su lugar, esta disposición de los paños indica que el cuerpo no ha sido robado; después de esto entra el Discípulo Amado ve los lienzos en su lugar, pero vacíos, sin el cuerpo de Jesús, él ve y cree. El evangelista cierra este episodio con la demostración de fe del Discípulo Amado, como ejemplo a seguir para nosotros.
¿Amo al Señor como María Magdalena y el Discípulo Amado? ¿De qué manera puedo demostrar mi amor por el Señor? ¿Qué es lo que más admiro de Juan Apóstol y Evangelista?