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Lucas 1, 39-45: ¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!

21 de Diciembre 2024     Freddy Araya    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó:
“¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!».
Palabra del Señor.

Reflexión

Estamos celebrando la segunda parte del Adviento, la cual nos invita a preparar la venida de Jesús en Belén, además estamos en la tercera semana de este tiempo; nos acercamos así a la Solemnidad de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo. Seguimos en este día la lectura de los evangelios de la infancia, correspondiendo hoy el texto de la Visita de María a Isabel, narrado por el Evangelio según San Lucas. El evangelista nos quiere presentar y explicar el significado del nacimiento de Jesús, que corresponde a la inauguración de la etapa final de la “historia de la salvación”, la realización definitiva del “plan salvífico de Dios”; para profundizar en el significado de este hecho Lucas presenta dos relatos: la Visitación de María a Isabel y el Magníficat o cántico de María; hoy leemos el primero de los dos. Ya que María Virgen ha aceptado la Palabra de Dios con una fe profunda, demuestra esta misma fe practicando la caridad, visitando a su parienta, para acompañarla en su embarazo. San Lucas nos da varios detalles, el primero es que María va de prisa, con solicitud, lo que indica la preocupación que ella tiene por los demás, luego nos dice que va de Nazaret hasta una ciudad de Judá en la montaña, identificada con Ain Karim, que se ubica a 6 km al oeste de Jerusalén. El encuentro de las dos madres es el encuentro de los dos hijos; la madre del Bautista siente como salta de gozo el niño en su seno y reconoce a Jesús con su título de Resucitado: el Señor. Es como si Juan empezara ya su misión de preparar el camino para Jesús, reconociendo, por medio de las palabras de su madre (ver Lc 1,42; Jc 5,24; Jdt 13,18), el Señorío mesiánico del Maestro de Nazaret.

¿Cómo puedo imitar la preocupación de María por los demás? ¿Cómo puedo preparar el camino para el Señor? ¿Conozco a alguna mujer embarazada por la cual pueda rezar en estos días?

Categories: Evangelio diario

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