+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
Jesús, hablando a sus discípulos acerca de su venida, les hizo esta comparación:
Miren lo que sucede con la higuera o con cualquier otro árbol. Cuando comienza a echar brotes, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el Reino de Dios está cerca.
Les aseguro que no pasará esta generación hasta que se cumpla todo esto. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Palabra del Señor.
Reflexión
Estamos ya en los últimos días de la última semana del “Tiempo durante el Año” (también llamado Tiempo Ordinario), cuyo color litúrgico es el verde; pasado mañana iniciaremos un nuevo Año Litúrgico con el Tiempo de Adviento, cuyo color es el morado. En estos últimos días hemos estado leyendo el Discurso escatológico de Jesús (sobre los últimos tiempos), en la narración del Evangelio según San Lucas. En el día de hoy entramos a la parte final de este discurso, que nos presenta en primer lugar la Parábola de la higuera; con esta parábola Jesús quiere dar a entender la certeza de que lo que él anuncia se cumplirá, tal como cuando se ven los brotes de la higuera se sabe que llega el verano, así al ver la las señales ya descritas, los discípulos deben saber que los últimos tiempos ya están aquí; Jesús habla de la destrucción de Jerusalén, pero también del fin del mundo y de la Venida del Hijo del Hombre. Las impresionantes señales cósmicas que describe el evangelista San Lucas nos indican la conmoción de la creación ante la intervención directa y definitiva de Dios en nuestra historia, y, es necesario recordar que, esa intervención se inicia con la predicación de Jesús de Nazareth y continúa con la predicación de los discípulos y de las discípulas por todo el mundo; por eso dice el Señor: “sepan que el Reino de Dios está cerca” (Lc 21,31), es decir, ya estamos en los “últimos tiempos” y el Reino de Dios ya está actuando en medio nuestro; los discípulos (as) confían en las palabras de Jesús, ya que ellos (as) saben que Él, que recibe rechazo y encuentra una muerte violenta en Jerusalén, dice palabras eternas: “el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Lc 21,33).
¿Qué es el Reino de Dios para mí? ¿Dónde puedo descubrir la actuación del Reino de Dios? ¿Qué puedo hacer yo para que el Reinado de Dios llegue a todos los corazones?