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Lucas 17, 26-37: El Día en que se manifieste el Hijo del hombre

15 de Noviembre 2024     Freddy Araya    

25-10-2017

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 17, 26-37
Jesús dijo a sus discípulos:
“En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempos de Noé. La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los hizo morir a todos.
Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía. Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos. Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre.
En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa no baje a buscarlas. Igualmente, el que esté en el campo no vuelva atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. El que trate de salvar su vida la perderá; y el que la pierda la conservará.
Les aseguro que en esa noche, de dos que estén en el mismo lecho, uno será llevado y el otro dejado; de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada”.
Entonces le preguntaron: “¿Dónde sucederá esto, Señor?” Jesús les respondió: “Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres”.

Reflexión

Continúa hoy el “discurso de Jesús” sobre su Venida (segunda) o Parusía (presencia visible) o, mejor dicho, el Día de la manifestación del Hijo del hombre. El centro de atención de la enseñanza se traslada de lo imprevisible de la venida a la preparación de los discípulos, los cuales deben cuidarse de que las preocupaciones de la vida cotidiana (“se comía, se bebía…”) no los distraigan de la espera activa del regreso del Señor. El Maestro pone énfasis en que con su ministerio hemos entrado en la etapa definitiva de la historia, pero llama la atención sobre el hecho de que muchos toman con indiferencia esta situación (los fariseos, por ejemplo), por eso pone dos ejemplos muy ilustrativos del Antiguo Testamento: el diluvio y la destrucción de Sodoma, en los dos casos destaca el Señor la ejemplar actitud de Noé y de Lot, testigos de esas dos catástrofes, ellos estuvieron en vigilante expectación ante la difícil situación que les correspondió vivir y por eso salvaron sus vidas. Lo mismo debe hacer el discípulo y la discípula día a día, estar siempre preparado (a) para la Venida del Señor, debe estar dispuesto (a) a renunciar a todo lo que es secundario, dejar atrás lo que no es importante para la relación con el Señor, no mirar para atrás, no volver a lo que se ha dejado atrás, como lo hizo, lamentablemente, la mujer de Lot. El Día del Hijo del hombre afectará a todos por igual, pero no de la misma manera: “uno será llevado y el otro dejado”. San Lucas coloca ejemplos de varones y mujeres para advertir a todos (as) de la necesidad de estar preparados, ya que la venida del Señor es tan cierta como cierto es que hay un cadáver donde se ven las aves de presa.

En este tiempo de Mes de María ¿cómo estoy preparando la llegada del Reino? ¿Estoy dispuesto a dejar todo por Jesús, sin mirar atrás? ¿Dónde puedo encontrar a la Señor hoy día?

Categories: Evangelio diario

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