+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
En cierta ocasión se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios. Él respondió:
“¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera. ¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera”.
Les dijo también esta parábola: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar frutos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: «Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y no los encuentro. Entonces córtala, ¿para qué malgastar la tierra?» Pero él respondió: «Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré. Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás””.
Palabra del Señor.
Reflexión
Estamos terminando la semana veintinueve del “Tiempo durante el Año” y continúa el Evangelio según San Lucas presentándonos hoy la urgente llamada de conversión que Jesús le hace a Israel; el Maestro nazareno presenta dos formas de referirse al tema: usando ejemplos históricos y narrando una parábola. En primer lugar, los ejemplos históricos tienen que ver con la “doctrina de la retribución” de los judíos, que pensaban que Dios castigaba a los pecadores en esta vida con desgracias, concluyendo así que los que no recibían la desgracia no eran pecadores; Jesús barre con esta doctrina diciendo que las personas que mató Pilato o las que murieron por el desplome de la torre de Siloé no eran más pecadoras que los que lo están oyendo. Cristo Jesús deja en claro que todas las personas son pecadoras y deben convertirse y que la conversión es urgente; por eso el llamado al arrepentimiento el Señor lo hace dos veces (versículos 3 y 5). La repentina muerte de esas personas sirve como una advertencia a estar preparados para el “juicio final”. En segundo lugar, la parábola de la higuera estéril, siendo la higuera símbolo de Israel desde el Antiguo Testamento, nos explica que Israel no da frutos, no se convierte ante la llegada del Mesías, pero la paciencia de Dios es grande, por eso el jardinero cuida la higuera para ayudarla a dar frutos; esto significa que Jesús hace una última y desesperada llamada al pueblo de Israel para que acepte su Palabra, queda muy poco tiempo, porque la Pascua es inminente, pero queda tiempo, aún es posible convertirse. Por último, la parábola también describe la compasión de Dios que acompaña al discípulo (a) en su fatigoso caminar cristiano y, además, es una advertencia al discípulo (a) flojo e improductivo para que se convierta.
¿Cómo he experimentado la paciencia de Dios en mi vida? ¿Me convierto a Jesús cada día? ¿Qué me falta por convertir en mi persona?