+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
A los discípulos de Jesús se les ocurrió preguntarse quién sería el más grande.
Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, tomó a un niño y acercándolo, les dijo: “El que recibe a este niño en mi Nombre me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe a Aquel que me envió; porque el más pequeño de ustedes, ése es el más grande”.
Juan, dirigiéndose a Jesús, le dijo: “Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros”.
Pero Jesús le dijo: “No se lo impidan, porque el que no está contra ustedes, está con ustedes”..
Palabra del Señor.
Reflexión
Con el versículo “Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén” se inicia el detallado relato que Lucas hace del Viaje de Jesús hacia la Ciudad Santa (¡Diez capítulos!); este versículo se repetirá dos veces más para marcar las tres secciones en las que el evangelista divide el relato del viaje. El texto se compone de material tomado de Marcos y del Documento Q (Fuente de dichos de Jesús) más elementos propios de Lucas como las parábolas del Buen Samaritano y del Hijo Pródigo entre otros. En obediencia a Dios Jesús sen encamina con decisión en su viaje a Jerusalén donde Él completará su partida (éxodo) hacia Dios (Lc 9,31) y desde donde se iniciará la Misión de la Iglesia al mundo entero como narra Lucas en los Hechos de los Apóstoles. Durante el largo viaje el Maestro instruye a sus discípulos y también encuentra el rechazo de los dirigentes religiosos y también de los samaritanos. Lo primero que nos dice Lucas es que “estaba por cumplirse el tiempo” indicando la acción de Dios que cumple o colma los días para conducir su plan salvífico a su culminación; lo segundo es la “elevación al cielo” de Jesús que se refiere a su muerte, resurrección, ascensión y envío del Espíritu Santo; lo tercero es la decisión irrevocable del Maestro de cumplir la voluntad de Dios: “se encaminó decididamente”; lo cuarto es el rechazo que recibe el Señor por parte de los samaritanos, enemigos de los judíos que después se convertirán de corazón al camino cristiano (como se narra en Hch 8,4-25); lo quinto, y último del texto de hoy, son las palabras de los discípulos pidiendo el castigo para los samaritanos, recordando las palabras del profeta Elías (ver 2 Re 1,10.12) y el rotundo rechazo de Jesús a toda venganza contra los enemigos.
¿Busco poder, honor y gloria? ¿Me reconozco pequeño (a) ante el Señor? ¿Trato con amor a los más pequeños, humildes y marginados?
