+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
Un sábado, en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas entre las manos, las comían.
Algunos fariseos les dijeron: “¿Por qué ustedes hacen lo que no está permitido en sábado?”
Jesús les respondió: “¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y, tomando los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio de comer a sus compañeros?”
Después les dijo: “El Hijo del hombre es dueño del sábado”.
Palabra del Señor.
Reflexión
En forma recurrente el Evangelio según San Lucas nos presenta al Señor Jesús haciendo acciones liberadoras en sábado (ver Lc 4,16-30; 6,1-5; 6,6-11; 13,10-17; 14,1-6). Hoy iniciamos la presentación que hace el evangelista de dos controversias acerca del sábado, correspondiendo en esta ocasión la primera, ya que la segunda la leeremos el lunes 9. Un sábado los discípulos sacan espigas con la mano para calmar el hambre y los fariseos los critican porque, según ellos, eso está prohibido en sábado. La verdad es que la Sagrada Escritura permitía arrancar espigas y uvas con la mano para calmar el hambre (Dt 23,25-26) y, de que eso esté prohibido en sábado, es idea sólo de los fariseos, ya que tal prohibición no aparece en la Biblia. Frente al cuestionamiento el Maestro de Nazaret quiere dejar en claro que Dios es el Dios de la vida, esto significa que para Él la vida es más importante que las normas, por eso Jesús pone el ejemplo del rey David, el cual es un modelo indiscutible de devoción al Señor; en concreto, este rey comió de los panes prohibidos para calmar el hambre, porque la vida y la salud es más importante que las normativas religiosas. Siguiendo esta lógica el sábado se observa y se practica por un precepto religioso de la misma Sagrada Escritura, pero no puede practicarse a expensas de la salud y la vida, porque esa no es la voluntad de Dios, esta es la diferencia entre lo antiguo, representado por los fariseos, y lo nuevo representado por Jesús, quien se define como Señor del sábado; Él es el agente definitivo y final de Dios que ha subordinado el sábado a sí mismo y a su misión como Rey escatológico (final o definitivo); el sábado y la Ley están subordinados a Jesús.
El Señor es el Dios de la vida y nosotros debemos testimoniarlo. ¿Qué he hecho por los enfermos que conozco? ¿Cumplo las normas sanitarias para cuidar mi salud y la de los que me rodean, especialmente los ancianos? ¿Qué he hecho por los necesitados?