+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Trajeron a unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orara sobre ellos. Los discípulos los reprendieron, pero Jesús les dijo: “Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos”.
Y después de haberles impuesto las manos, se fue de allí.
Palabra del Señor.
Reflexiona
Terminamos la semana diecinueve del Tiempo durante el Año con un texto que nos presenta San Mateo correspondiente a la bendición de los niños. Este es un relato tomado de San Marcos (Mc 10,13-16) y que aquí se presenta como un “solemne rito religioso” ya establecido en la Sagrada Escritura (ver Lv 1,4; Dt 34,9; Hch 13,3); cabe recordar que Jesús es el único Maestro de la Antigüedad, ya sea filosófico o religioso, que acogía a los niños y los recibía como “personas significativas”, para esto los discípulos no estaban preparados por eso quieren impedir que se acerquen. La palabra griega usada para niños es “paidía” que según Hipócrates corresponde a niños menores de siete años, o sea, infantes o párvulos. Ante la acción de los discípulos de impedir el acercamiento de los niños a Jesús, Él les dice “no les impidan que vengan a mí”; cabe destacar que esta frase se usó para promover, y no impedir (Hch 8,36), el bautismo de niños mayores a comienzos del siglo II y de niños infantes o párvulos a finales del mismo siglo II. Con este texto Mateo nos deja claro que los niños, con todo lo que ellos significan están siempre en primer plano, están cerca de Jesús, ya que Él les da un espacio junto a sí y no los margina como hacía la sociedad de su tiempo (ver Mt 18,1-5; 21,15-16); para el Señor los niños son importantes, pero no sólo ellos sino todos los que son pequeños, insignificantes, considerados nada, a los ojos de los hombres y también los que se hacen pequeños (ver Mt 5,3; 18,3) por el Reino de los Cielos: “los que son como ellos”; a todos ellos los bendice Jesús. Por último, hay un texto del profeta Eliseo relacionado con este evangelio: 2Re 4,8-37.
¿Cómo es mi relación con los niños? ¿Cómo es mi relación con los pequeños, los marginados, los pobres? ¿Procuro ser como niño, como dice Jesús?